JOSÈ FRANCISCO BERMÙDEZ
Bermúdez hijo ilustre de San José de Aerocoar (actual Estado Sucre) jugo un papel fundamental en el plan para la campaña de Carabobo. En 1821 recibió la misión para realizar una acción de diversión (distracción) sobre Caracas y valles de Aragua; la operación fue ejecutada con gran eficiencia.
Bolívar escribía: “Si usted (el Vice-Presidente) logra atraer sobre el Ejército de Oriente en Caracas o en los Valles de Aragua y entretener por algún tiempo alguna división respetable del enemigo, la campaña está decidida a nuestro favor, porque el resto del ejército español no puede resistirnos”.
LA BATALLA DE CARACAS
Una de las posiciones más fuertes del ejército realista venía de su dominio sobre los altos llanos de Guárico. En Calabozo se apostaba Francisco Tomás Morales, viejo enemigo de los patriotas desde los tiempos de Boves, mandando la división de vanguardia del ejército español, que incluía 10 regimientos de caballería.
Siguiendo las órdenes del Libertador, Bermúdez, al mando de unos 1200 soldados, avanzó desde el Unare sobre Caracas, burlando a las fuerzas españolas y batiéndolas en el río El Guapo, para marchar hasta Caucagua y dar batalla en Guatire, donde puso en fuga a más de 700 realistas, en el Trapiche de Ibarra, el 12 de mayo de 1821.
El 14 de mayo, a las cinco de la tarde, Bermúdez entró con las tropas patriotas a la ciudad, que había sido evacuada por los españoles. El historiador Vicente Lecuna narra escenas de esta liberación de Caracas, sometida al yugo español desde 1814: “Pasada la sorpresa, grupos de toda clase de gentes, que en años anteriores habían perdido la esperanza de recuperar la libertad, prorrumpieron en vítores al héroe de Colombia. El ayuntamiento y los ciudadanos pasearon su retrato al frente de las tropas en medio de salvas de artillería y repiques de campana. Hombres, mujeres y niños, víctimas de persecuciones, de la emigración y la servidumbre, lo aclamaban con delirio.”
Casi de inmediato, nutrido de nuevas fuerzas gracias a los voluntarios de Caracas y La Guaira, Bermúdez marchó a los valles de Aragua y el día 20 ocupó La Victoria. La Torre, preocupado por la caída de Caracas, ordenó a Morales detener al general patriota. Agotadas casi todas sus municiones, Bermúdez dejó La Victoria a Morales el día 24 y retrocedió hasta Caracas, para evacuarla el 26 de mayo y marchar en retirada hacia Guatire, perseguido por el brigadier Pereira con el batallón Valencey.
La liberación y pérdida de Caracas ejecutada por el general Bermúdez desestructuró toda la formación del ejército de La Torre, quien optó por proteger sus propias espaldas y abandonó su plan de atacar a Bolívar en Guanare. Con este repliegue envió sus mejores contingentes a defender la capital, desguarneciendo el Occidente y permitiendo la caída de Coro y de Barquisimeto. La vanguardia de Morales, moviéndose hacia el Norte, dejó libre el flanco Sur de La Torre para que avanzara el ejército de Páez.
El general Bermúdez había perdido la batalla de Caracas, pero el Ejército Libertador ganaría gracias a sus operaciones la Batalla de Carabobo.
Para la historia queda nombra como “la diversión de Bermúdez”, la estrategia que permitió distraer y dividir a las tropas realistas en junio de 1821 para poder lograr la victoria patriota en Carabobo.
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